Borrar

YA NO QUEDAN MÁS

Una cuestión ·

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 30 de julio 2019, 00:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Amistosos, semiamistosos y simplemente bolos están rellenando los últimos días de julio. Enmascarados unos como torneos internacionales y otros de viajes de placer, los hay de pueblo a pueblo buscando los equipos el trámite veraniego antes de meternos en los campeonatos domésticos que, con puntos por medio, son ya otra cosa. Y todavía más: hace unos meses parecía un disparate ese pretendido Girona-Barcelona en Norteamérica y he aquí que ahora nos inventamos un derbi Madrid-Atlético que ha resultado ser una vergonzosa experiencia para los de Zidane, con Simeone y los suyos henchidos de gozo y alimentando ya la ilusión de ganar la próxima Liga. Fijadas ya las fechas de los habituales 'partidos del siglo' en un calendario teledirigido y no por sorteo puro que, todo sea dicho, podría perjudicar a las arcas de los clubes y de la propia federación.

Y en medio, ese tráfico aéreo con aviones que se cruzan entre continentes con los equipos a bordo y los llamados 'monstruos' del momento a la espera de qué lado les llegarán los contratos millonarios. Neymar y Pogba, suspiros del Barcelona y del Madrid, siguen siendo protagonistas del suspense, en tanto que los demás equipos tratan de apuntalar como pueden sus respectivas plantillas. ¿Y el Málaga? Sabemos mucho más de los que se van o debieran irse, y de fichajes sólo se sabe que el jeque parece más dispuesto a firmar algún nuevo contrato. Nos mantendremos a la espera, como esos miles de aficionados que están volviendo a dar una lección de malagueñismo pese a los pocos alicientes que se les ofrece. Ojalá que el próximo 17 de agosto podamos acometer la temporada con la ilusión de volver a vernos en Primera. Y esa ambición ha de cimentarse desde el primer partido, fundamental para un arranque ilusionante. Confiemos en que esta semana resulte positiva en cuanto a idas y venidas. Y que se detenga de una vez por todas el desmantelamiento de un equipo en el que Ricca parecía ser el último baluarte. Ya no quedan más. Y sí algunos por venir.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios