Borrar

Sabor agridulce

A lo Panenka ·

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 3 de marzo 2019, 00:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La afición del Málaga se desplazó de una forma masiva a Córdoba para seguir a los suyos. Eran más de un millar, pero pudieron ser muchos más si hubieran dispuesto de entradas suficientes. Y animaron y apoyaron al máximo a su equipo, sin descanso, en busca de un triunfo que se presentaba imprescindible. Pero las circunstancias del encuentro llevaron a al desencanto en los minutos finales. Se mantenían los gritos de ánimo, pero el marcador seguía siendo negativo. Menos mal que en el último instante llegó el gol de N'Diaye y el Málaga sumó un punto que puede ser valioso y los seguidores no se volvieron de vacío, aunque con ese sabor agridulce de una igualada que también pudo ser una derrota.

Luis Hernández mantiene su nivel cuatro meses después.Aunque jugó algunos minutos en Majadahonda, el central regresó ayer al once titular cuatro meses después de que disputara su último encuentro antes de la lesión. Y volvió a pleno rendimiento, ofreciendo para el equipo sus habituales recursos de seguridad defensiva, experiencia, calidad en la salida del balón y sus largos y peligrosos saques de banda. Pese a que le falta ritmo de juego, su reaparición en el once inicial en Córdoba fue óptima. La próxima semana, sin embargo, Muñiz tendrá que decidir si continúa el madrileño o vuelve Diego González tras cumplir su partido de sanción.

Muñiz, sin contemplaciones en el cambio de Erik Morán. El técnico del Málaga se vio obligado a sustituir muy pronto al lesionado Adrián. Y salió el medio centro vasco para mantener el mismo sistema, el plan previsto. Sin embargo, el preparador asturiano pensó tras el descanso buscar más profundidad con la presencia de Ontiveros, por lo que varió la fórmula de juego y dejó en el banquillo a Morán, que estuvo en el campo unos 36 minutos y realizó su habitual trabajo (también recibió muy pronto una tarjeta, un 'handicap' destacado en su posición). Seguramente era el cambio correcto para ese 4-4-2, y lo hizo sin ningún problema.

La falta de acierto cara al gol, la deficiencia perpetua. El Málaga no está generando muchas oportunidades claras, pero tampoco está fino en las que disfruta. Ayer se pudo observar esa escasa pegada de los blanquiazules, lo que le está penalizando mucho cara al objetivo de conseguir el ascenso a Primera. El cuadro de Muñiz buscó el triunfo tras encajar el tanto del rival, y pudo hacerlo antes de que llegara el empate de N'Diaye en otras opciones que malograron en ataque.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios