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UNA SEGUNDA DE PRIMERA

MANUEL CASTILLO

Martes, 10 de abril 2018, 07:41

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Si los milagros se pudieran solicitar, el Málaga tendría que rellenar ya su impreso para pedir un milagro en su retorno a la Segunda División. Ya ni siquiera puede preocuparnos su despedida de la élite porque el problema se agudiza con la perspectiva de una Segunda que parece contar con más equipos históricos que en la Primera División. Salvo cambios de última hora, tomen nota: los andaluces Cádiz, Granada, Córdoba y Almería; Rayo Vallecano, Zaragoza, Oviedo, Tenerife, Osasuna, Valladolid, todos ellos con vitola de Primera División. Además, los descendidos de esta temporada y que, si el milagro no les toca, van a ser Deportivo y Las Palmas. Casi nada. Y lo que es peor, por delante una desorientación plena sobre cuál va a ser el trato, la política o los tejemanejes de un presidente y propietario que no está por la labor. Cada día estamos más convencidos de que a los Al-Thani les importa poco el club que tienen entre manos.

Aparcado ese tema, que parece tener muy difícil solución, surge el problema que atañe al equipo, a la parte técnica del club. Nadie se fía del jeque y no hay entrenador de cierta solvencia que no ponga ese reparo a la hora de un posible fichaje. En cuanto a los jugadores, el capitán Husillos busca y rebusca elementos 'para Segunda División', lo que ya nos pone en guardia sobre la calidad de esos jugadores a los que se les pide sobre todo «experiencia» en este campo, jugadores que seguramente andan dando batacazos cada año de un lado para otro porque, en realidad, no dan para más. A la buena voluntad de la secretaría técnica, de la que no dudamos, habría que poner una dosis de 'ojo, vista y suerte' a la hora de conformar una plantilla que, por su condición de exPrimera, partirá como una de las favoritas para volver a donde solía. Más vale contar en agosto con una plantilla de quince jugadores 'aprovechables' que con treinta que luego no hay manera de colocar en otros equipos, tal como viene sucediendo últimamente. Así que, de momento, vayamos a ver un Madrid tranquilo que tampoco se juega nada, como no sea la honrilla. Como el Málaga.

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