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EL TITANIC SE HUNDE SIN MÚSICA

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Martes, 19 de diciembre 2017, 07:37

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La ilusión alcanzada en San Sebastián se fue al garete anoche. Poco dura la alegría en la casa del pobre, y los malaguistas han disfrutado muy poco una hipotética reacción que, a tenor de lo visto ante el Betis, fue un mero espejismo. La mala leche de la derrota se ve incrementada aquí cuando compruebas que Joaquín, con 36 años, que fue de este equipo, se bastó para dejar en evidencia las mil y una carencias de un Málaga que fue un juguete en sus manos y en las de un Betis que en los últimos 20 minutos del primer tiempo pudo sentenciar el partido. Enfrente, su rival, un paupérrimo y tristísimo Málaga, no se aprovechó tan siquiera del grave error arbitral que perjudicó a los visitantes y que pudo ser el 0-2 en la magistral falta sacada por el exmalaguista... Dio igual, porque el equipo sevillano no tuvo que hacer mucho pese a su mala trayectoria de las últimas semanas: aquí estaba el Málaga, que cada jornada que pasa huele más a Segunda, para redimir los muchos problemas de un entrenador, Quique Setién, que está 'tocado' por la mano de los dioses radiofónicos de la noche nacional. Una pena, pero este equipo de nuestros amores está hecho con el capricho de quien no sabe nada de fútbol y sólo piensa en lo suyo. Lo vamos a pagar y caro. Enfrente, un rival, con el mismo poderío económico, o sea medio, con problemas accionariales que ni están escritos, pero que ha sabido al menos fichar jugadores y está en la zona tranquila. Nosotros hemos hecho todo lo contrario. Pero no sólo es el Betis, ahí están el Girona, el Levante, el Leganés... Da grima que equipos de estructura y ciudades mucho más pequeñas naveguen por aguas tranquilas mientras que nosotros nos vamos hundiendo como el Titanic, con la diferencia de que aquí ya ni siquiera los músicos tocan... Los caprichos los estamos pagando y de qué manera, y la afición comienza a estar harta; una afición extraordinaria que recibió a los jugadores como si fuesen a disputar la final de la Champions cuando en realidad iban a perder con el Betis. ¡Qué triste designio!, ¡qué mal esta la cosa!...

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